Habla una mamá que vino desde Paraguay en busca de mejoras para los ojitos de su hija de 15 años, mejoras que no encontró en su propio país, ni tampoco en el Brasil, así que como verán vinimos como quien dice a ciegas pero a la vez confiadas en poder encontrar otras respuestas aquí en la clínica.
Esta demás decir que no es fácil llegar a un país que no conoces, sin saber en qué manos estas confiando los ojos de tu hija, por eso no puedo dejar de mencionar la amabilidad, predisposición y las ganas de ayudar desde el primer momento de todo el personal con quien me tocó tratar hasta ahora.
Felipe Gil, es una de las personas a quien agradezco y debo muchísimo, él me orientó desde antes de viajar y estando aquí en Córdoba, es el que me aguanto día a día con mis múltiples e interminables preguntas, pero siempre con la más buena onda y con una paciencia única, gracias Felipe!!; Emilia y las chicas de recepción, amorosas todas y super accesibles, atendiendo cada detalle.
Mi hija y yo tuvimos la bendición de Dios de poder dar con la Dra. Massano, una profesional con una calidez humana única, paciente y minuciosa; desde la primera consulta sentí una seguridad única que dimos en el lugar correcto.
Además de los profesionales en cada área cardiologia, análisis clínicos, la parte de internación; puedo asegurar que mi hija y yo sentimos el amor con que nos trataron hasta hoy, nos sentimos inmensamente privilegiadas.
Maia fue operada de ambos ojitos por la Dra. Massano, con un personal más que calificado; hoy ella se está recuperando de una manera excelente y con grandes expectativas de poder mejorar mucho más su visión.
Era exactamente lo que vinimos a buscar, por todo esto y mucho más, un millón de gracias Clínica de Ojos Córdoba.
Nos volveremos a ver muy pronto!!
Melanie Monnin.
Mamá de Maia
